domingo, 25 de mayo de 2014

El Café, capitán de los estimulantes legales.

Hola a tod@s!!!
Voy a hablar del café en este post ya que es uno de los estimulantes más comercializados e utilizados por la masa y es una de las sustancias que he utilizado habitualmente en algunas etapas de mi recorrido y que ya no uso, así que puedo compartir desde la experiencia sus efectos.
Aunque no dejan de ser igualmente potentes el té, las colas, el cacao, el alcohol, el tabaco y las solanáceas. También tenemos a los fármacos y las drogas.

Lo que me gustaría conseguir con este post es que realmente tengamos la información exacta para saber lo que estamos consumiendo y poder decidir con libertad.

Cuando nos sentimos desvitalizados o estamos sobrecargados, cuando queremos rendir por encima de nuestras posibilidades, evadirnos de la realidad, tomamos estimulantes, a veces de forma consciente y otras sin darnos cuenta.

Los estimulantes excitan el sistema nervioso central elevando la glucemia, aumentando la tensión arterial y creando toxicomanía ya que cuando se suprimen aparecen síntomas de carencia.

El problema se encuentra en la cantidad y en la calidad, como siempre. El exceso de colas, por ejemplo,  predispone a los niños a necesitar excitantes cada vez más fuertes.

Voy a centrarme en el café. Quién no toma café?
Todos nos estimulamos con la cafeína.
Escucho frecuentemente aquello de que sin un café por la mañana no puedo tirar…. La adicción a este estimulante está extendida mundialmente y realmente no somos conscientes de las alteraciones que provoca. "No puedo dormir" pero me tomo 2 cafés diarios desde hace 24 años. Esto es muy común!!!
Cada taza de café puede contener entre 75 y 150 mg de cafeína.

En estas dosis la cafeína ejerce una estimulación sobre el sistema nervioso central, que en las personas más sensibles (como yo) puede prolongarse durante horas y producir insomnio.

Al ser un estimulador cardíaco, en personas susceptibles  puede producir palpitaciones y taquicardia. Actúa sobre los vasos sanguíneos disminuyendo su calibre y  provocando hipertensión.

Su consumo tras las comidas favorece la digestión (siempre si se toma solo y sin azúcar) ya que favorece las secreciones gástricas y la movilidad intestinal. Esta es la causa de que a algunas personas les pueda producir ardores y/o diarreas o producir un efecto laxante o diurético.

El café por sí mismo no aporta calorías, en dosis elevadas es un movilizador de grasas. Esto no quiere decir que el café sea una bebida adelgazante. En este sentido puede servir para entretener el hambre.
También es apreciado por los deportistas porque favorece las contracciones musculares retardando la fatiga.

La tolerancia al café es muy diferente en cada individuo, debería ser suprimido totalmente en los siguientes casos: insomnio, cistitis, hipertensión, acidez, úlceras y ardores de estómago; colitis ulcerosas y otras alteraciones intestinales.

El café descafeinado en grandes cantidades resulta tóxico por los residuos de los disolventes químicos utilizados para descafeinarlo.
La mejor manera de tomar café es solo y diluido en agua, tipo americano. La peor es con leche y azúcar.
Podemos sustituirlo por un café de cereales, hay muchos en el mercado y están muy ricos.

El efecto de la cafeína es una energía Yin bastante extrema; dispersa, acelera, desconcentra, enfría…

Si queremos conseguir unas emociones estables tendremos que plantearnos despedirnos del café habitualmente.

Personalmente lo tomo solo y sin azúcar y lo utilizo únicamente como un recurso de estimulación esporádico.


Abrazo infinito. 




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