Llevo mucho tiempo escuchando muchas quejas y la verdad es que la situación que pasamos no es para menos. No son tiempos fáciles, como siempre la "mayoría" se queja y una "minoría" aprovecha las circunstancias, se amolda, aprende, crece e intenta salir airosa de la situación.
Este post es sólo para los que piensen que tienen alguna posibilidad de salir airosos y mejorar su calidad de vida, obviamente no todas las circunstancias son iguales, ni todas las personas, ni todas las posibilidades.
Creo que para mí se están definiendo, cada vez de forma más claras dos tipologías de personas: las que hacen como la mayoría, "quejarse" ante las circunstancias que no gustan pero sin embargo no las cambian, con la consecuencia de un agravamiento de mal estar, infelicidad, estrés, crítica negativa o queja. Y, por otro lado: esas personas excepcionales que son capaces de aprovechar las oportunidades, de amoldarse a las situaciones con flexibilidad mental, con miras altas, con vibraciones positivas, ganas de cambio y sed de felicidad… esas son las personas que al final triunfan en la vida porque están bien allí donde están.
Con esto quiero decir que es muy normal quejarse de todo y lamentablemente lo excepcional es cambiar el chip y querer hacer las cosas bien sin mirar cómo hacen las cosas los demás, transformar lo que no funciona en algo que funciona o dar el paso creer en ti y dejar de lado las cosas que no te llenan.
La única manera de que las cosas cambien a mejor es esforzándonos por ser y dar lo mejor de nosotros mismos sin mirar lo que hacen los demás…ser excepcional y marcar la diferencia para contigo.
Me voy encontrando con gente maravillosa que cree en una vida mágica de conquista diaria, poniendo el corazón en lo que hacen, con amor e ilusión. Para mí es la única manera, incluso si no es dónde quieres estar, pero te ayuda a llegar dónde deseas, pon el corazón.
